domingo, 26 de mayo de 2013

Capítulo♥3

Siento mucho mucho mucho haber tardado en subirlo, pero no he tenido tiempo... lo siento, en serio.
Cuando los dos nos recuperamos de esa inexperta teletransportación le pregunto con verdadera curiosidad:
-¿Qué poderes tienes, además de hacerte invisible?
-Bueno, podemos controlar los cuatro elementos y la luz, como tú has hecho antes, pero está claro que tú tienes mucha más energía -señala mi mano, en la cual todavía está la bola de luz-. Yo no duraría tanto sin agotarme.
-¿Podemos?
-Mi hermana y yo, y apuesto a que tú también.¿Qué poderes tienes tú, además de la teletransportación?
Me pongo a pensarlo, ya que nunca me había parado a ello.¿Qué poderes?
-Bueno... cuando estaba con mi hermana podíamos transformarnos, pero no lo tengo muy claro, nunca me he parado a pensar qué poderes tengo. Sé que tengo más.
-¿Las dos podíais transformaros? -pregunta Jake, y por el tono en el que lo dice sé que eso no es muy común.
-Sí -digo, y sonrío al recordar los buenos momentos del pasado-. cuando éramos pequeñas, nos pasábamos todo el día juntas, haciendo el tonto y transformándonos, y tomando el pelo a nuestros padres.
-Eso es raro...-dice, con gesto pensativo- Nunca hay dos personas que tengan el mismo poder, cada poder es único.
-Cuando ella murió, yo me sentí mucho más poderosa, pero no me gustaba. Me hacía recordar que mi hermana había muerto, y me centré en que desaparecieran mis poderes. Nunca funcionó, así que decidí no usarlos más.
Él no dice nada y veo que sus ojos están llenos de compasión, así que me obligo a crear una sonrisa(nada convincente) y frotarme disimuladamente los ojos para parar las lágrimas que amenazaban con salir de ellos.
-Nunca le he contado esto a nadie, es extraño que un desconocido sea el primero en enterarse -bromeo-.
Para cuando quiero darme cuenta ya estamos en la entrada del edificio donde "viven". Está realmente en mal estado.
-Wow, si antes tenía una mínima posibilidad de convencerme de que te quedases aquí la has perdido, Jake.
Él suelta una carcajada y sonríe después, una sonrisa que ilumina la noche.
-Ya, bueno... Debo admitir que no está en sus mejores días.
-Jake, llevo viendo este edificio desde que era una niña; en sus peores días estaba mejor.
Nos quedamos mirando mutuamente unos segundos, o minutos, o horas, no sabría decirlo con claridad.
-¿Jake?¿Eres tú? -pregunta una voz desconocida, pero aparentemente de chica.
-No, Lyn. Soy un demonio que viene a raptarte.¿Quién si no?
Del edificio sale una sombra con unos luminosos ojos azul celeste que me miran con suspicacia.
-¿Quién es?
-Tranquila, Lyn. No nos va a hacer nada. nos puede ayudar.
-¿Ayudarnos?¿Una normal como ella?
Jake me mira, mientras que yo estoy callada, y sin dejar de mirarme le dice:
-Créeme Lyn, no he visto a ninguna persona menos normal en mi vida.
Lyn se queda mirándome, estudiándome.
-¿Estás seguro de que podemos confiar en ella?
Jake se acerca a ella y le dice:
-Lyn, ¿confías en mí?
-Sabes que sí.- replica ofendida.
-Pues yo confío en ella. Va a darnos techo y cama.
Ella parece meditarlo, mirándome fijamente de nuevo. Finalmente, se acerca a mí y extiende la mano.
-Me llamo Lindsay, pero llámame Lyn.
-Samantha -digo-. Llámame Sam.
Cuando voy a darle la mano y nos tocamos, noto un chispazo en la mano que pasa a ser un cosquilleo que me recorre todo el cuerpo hasta e pecho y la cabeza, provocándome una terrible presión en ella.
El dolor es tal que me veo obligada a soltarle la mano y apoyarme en el suelo.
-¿Sam?¿Te encuentras bien?-pregunta Jake cuando está a mi lado y me coge del hombro. Parece preocupado.
-Mi... cabeza- digo entre jadeos-. Me... me duele... mucho.
-Metámosla dentro- dice Lyn, que ahora también está a mi lado-.
-Ya la llevo yo- dice alguien, pero estoy demasiado débil como para distinguir quién. Creo que es Jake, pero no estoy segura-.
Y eso es lo último que oigo antes de desmayarme.


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